Dublín es una ciudad perfecta para visitar en un fin de semana siendo uno de los mejores destinos a los que podemos ir en una visita rápida. Y aunque existe mucho que ver en Dublín en dos días, lo cierto es que los principales monumentos están muy cerca por lo que no tendrás que hacer grandes desplazamientos.
La capital de Irlanda esconde grandes maravillas en sus calles, desde imponentes catedrales hasta preciosos parques pasando por el gran ambiente que encuentras en algunos de los barrios de Dublin.
Aquí te vamos a contar lo mejor que visitar en Dublín en dos días con un itinerario diseñado para que no te pierdas nada.
Qué ver en Dublín en dos días
Primer día en Dublín
Nuestro primer día en Dublín lo vamos a comenzar en el que posiblemente sea una de las grandes señas de identidad de la ciudad. Así que, empezamos fuerte. Y lo hacemos en el Trinity College, una de las universidades más antiguas del mundo que podrás descubrir disfrutando de sus edificios y sus jardines.
Pero lo que sobre todo deberás conocer de la Trinity College es su antigua biblioteca, donde se encuentra el Libro de Kells, un manuscrito del año 800 que es considerado la pieza principal del cristianismo celta y en el que se pueden leer los 4 Evangelios.
Tras visitar la Trinity College podemos comenzar a caminar por una de las principales calles de Dublín, como es Dame Street, dejando a un lado el Parlamento, hasta llegar al City Hall y el Castillo de Dublín, otro de los lugares imprescindibles que ver en Dublín en dos días.
Al final de la calle se encuentra una de las catedrales de la ciudad, Christ Church Cathedral cuyo interior merece tanto la pena como admirar la fachada, así como su cripta, y Dublinia, uno de los museos de la ciudad en la que descubrirás la historia de Dublín en su época vikinga y la Edad Media.
Desde allí seguiremos caminando hasta la otra gran catedral de Dublín, la más famosa además. Hablamos de la Catedral de San Patricio, dedicada al patrón de la ciudad en el mismo lugar donde bautizó a los conversos en el año 450. A su lado, un bonito parque, el de St. Patrick’s, donde podrás descansar un rato.
El siguiente destino, tras caminar por las calles dublinesas, es el parque más grande de la ciudad. Y uno de los más bonitos. Hablamos de St. Stephen’s Green, el más animado de todos y de estilo victoriano donde el color verde predomina sobre todos los demás como no podía ser de otra manera en Irlanda.
Toca ahora ir hasta una de las zonas más comerciales de Dublín. Junto al parque encontramos el St. Stephen’s Shopping Centre, un centro comercial muy curioso en su diseño con numerosas tiendas y desde comienza Grafton Street, la calle comercial más importante que visitar en Dublín en dos días. En ella encontrarás numerosas tiendas y restaurantes, músicos callejeros y un gran ambiente.
Pero si realmente quieres vivir el gran ambiente de pubs y música de Dublín debes ir hasta Temple Bar, el barrio más famoso de la ciudad y donde recomendamos terminar el día. Antes de llegar a él no te pierdas las Estatua de Molly Malone, la chica que inspiró una famosa canción irlandesa y que muchos consideran un himno.
En el barrio de Temple Bar encontrarás numerosos pubs y restaurantes. El más famoso de todos es The Temple Bar, que puedes encontrar en prácticamente cualquier postal de Dublín, aunque no es el único y te recomendamos recorrer la calle admirando los edificios. El barrio es también un importante centro cultural con numerosas galerías de arte y también muchas tiendas alternativas y mercados de todo tipo.
Qué visitar en Dublín el segundo día
El segundo día en Dublín lo vamos a comenzar recorriendo el Río Liffey y admirando todos sus puentes, unos muy antiguos y otros muy modernos construidos hace muy poco tiempo. Pero antes deberemos visitar el templo de la cerveza, la Guinness Storehouse.
En la fábrica de esta famosa cerveza negra podrás descubrir el proceso de elaboración de la misma así como su historia finalizando con una degustación que no te debes perder si eres un amante de la cerveza.
Desde allí iremos en dirección al Río Liffey para comenza a recorrerlo disfrutando de sus puentes como el Rory O’More Bridge o Millennium Bridge, del año 1999. Por el camino también hay que admirar los edificios que nos vamos encontrando como Four Courts, sede del Tribunal Supremo de Irlanda.
El más bonito de los puentes de Dublín es Ha’penny Bridge, un puente peatonal del siglo XIX que es puerta de entrada a Temple Bar y que es el que utilizaremos para cruzar hasta la orilla norte del Río Liffey antes de llegar hasta otra de las principales calles que visitar en Dublín en dos días.
Hablamos de O’Connell Street, una amplia avenida muy comercial en la que debemos destacar sus emblemáticos edificios, como el de la Oficina Central de Correos, y monumentos como el imponente The Spire o la Estatua de O’Connell, el historico irlandés, héroe nacional.
Perpendiculares a O’Connell Street encontramos numerosas calles comerciales en las que puedes realizar tus compras, destacando por encima de todas Mary Street, donde podemos finalizar el día y nuestra visita a Dublín.
Puedes encontrar más información en la página oficial de turismo de Dublín.