Destino de miles de peregrinos y centro monumental de Santiago de Compostela, la Plaza del Obradoiro es una auténtica maravilla rodeada de espectaculares edificios de entre los que sobresale la Catedral y su espectacular fachada.
El nombre de la plaza procede posiblemente de los talleres de canteros que trabajaron en la construcción de la fachada de la Catedral, el monumento más famoso de Santiago.
Además también tenemos otros edificios, testigo de la historia de la plaza a lo largo de más de 700 años.
Los principales lugares que visitar en la Plaza del Obradoiro
1. La Fachada del Obradoiro
Es sin duda la mayor obra arquitectónica de Santiago de Compostela, y es que la Fachada del Obradoiro convierte a la Catedral en uno de los principales monumentos que ver en Galicia.
La Fachada del Obradoiro se situa sobre el lugar donde apareció el sepulcro del Apóstol Santiago y donde se construyó la catedral a partir del año 1075. Esta fachada se encuentra situada delante del Pórtico de la Gloria, una gran obra maestra del románico que antes se podía ver desde la propia plaza.
Las torres de la fachada son realmente espectaculares. Tienen 74 metros de altura y encierran un impresionante retablo de piedra y grandes ventanales que dejan pasar luz al interior de la catedral. La figura de Apóstol domina el conjunto representado con atuendo de peregrino, capa y sombrero.
Desde la Plaza del Obradoiro al interior de la Catedral de Santiago de Compostela se puede acceder gracias a unas escaleras dobles, del siglo XVII y que dejan en su interior el acceso a la cripta.
A la derecha de la fachada se encuentra el claustro de la Catedral, de estilo gótico-renacentista. Es uno de los mayores de España, del siglo XVI construido para sustituir otro claustro románico.
A la izquierda encontramos el Palacio de Xelmirez. Se trata de una residencia arzobispal que construyó el primer arzobispo de Santiago, Diego Xelmírez. El palacio donde vivía anteriormente fue destruido en una revuelta popular y mandó construir uno nuevo, de estilo románico y que se puede visitar si adquieres la entrada del Museo de la Catedral.
2. El Hostal de los Reyes Católicos
Tras la visita de los Reyes Católicos a finales del siglo XV y ver en primera persona el deterioro que había en el antiguo hospital que atendía a peregrinos y ciudadanos de Santiago, decidieron construir el Hospital Real, cuya primera piedra se puso en 1501 y cuyo estilo está a caballo entre el renacentista y el gótico.
La fachada del Hostal de los Reyes Católicos es espectacular, de estilo plateresco, y que invitar a pasar a su interior y disfrutar de la capilla gótico y de los cuatro patios que la rodean.
El edificio funcionó como hospital, con habitaciones distribuidas por sexo y clase social, hasta 1954 cuando se convirtió en Parador Nacional, donde se ofrece desayuno, comida y cena gratis a los primeros peregrinos que lleguen cada día siguiendo una tradición centenaria.
Te recomendamos esta visita guiada al Hostal de los Reyes Católicos, diferente a cualquier visita guiada que hayas hecho.
3. Pazo de Raxoi
El último de los edificios que debemos destacar de la Plaza del Obradoiro es el Pazo de Raxoi, de estilo neoclásico y que fue el último que se construyó en la plaza en el siglo XVIII por orden al Arzobispo Raxoi.
Se construyó para ser seminario de confesores y residencia de los niños del coro de la Catedral aunque también fue incluso una cárcel eclesiástica y civil. Pero finalmente se convirtió en el Ayuntamiento de Santiago y hoy en día es también sede de la Presidencia de la Xunta de Galicia.
De su impresionante fachada hay que destacar el relieve de la Batalla de Clavijo, donde se apareció el Apóstol para luchar contra los musulmanes y cuya imagen corona el edificio.
4. El Colegio de San Xerome
Otro de los edificios que debemos admirar en la Plaza del Obradoiro es el Colegio de San Xerome, sede actual del Rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela, una de las más antiguas y con más prestigo de las universidades que hay en España.
Fue construido en el siglo XVI por orden del Obispo Fonseca para acoger a estudiantes de artes de pocos recursos económicos, como anexo al Colegio Mayor de Fonseca.
Se trata de un edifico renacentista y del que debemos destacar las estatuas que podemos encontrar en su fachada.