La Iglesia de Saint Sulpice se ha hecho mundialmente famosa en los últimos tiempos gracias a la novela y película El Código da Vinci.
Es una de las más bonitas de París y la segunda más alta de la ciudad, por lo que su visita es casi imprescindible. Y como nota curiosa, sus dos torres no son iguales.
A pesar de su aspecto inacabado merece la pena visitar esta iglesia de París con un aspecto inacabado pero con una belleza extraordinaria.
Saint Sulpice y El Código da Vinci
La Iglesia de Saint Sulpice desempeña un papel significativo en la novela «El Código Da Vinci» escrita por Dan Brown. En la trama de la novela, el personaje principal, el profesor Robert Langdon, visita la iglesia en busca de pistas que lo ayuden a resolver un enigmático rompecabezas relacionado con el Santo Grial.
La Iglesia de Saint Sulpice se convierte en un escenario clave para la narrativa, ya que se cree que alberga secretos ocultos sobre el Grial y la relación de Jesús con María Magdalena. Los intrincados símbolos y las leyendas que rodean la Iglesia de Saint Sulpice se utilizan como elementos esenciales para el misterio y la trama de la novela, contribuyendo a su éxito y notoriedad.
La representación de la Iglesia de Saint Sulpice en El Código Da Vinci generó cierta controversia en la vida real, ya que la novela sugiere que la iglesia oculta secretos que podrían sacudir los fundamentos de la Iglesia Católica. Aunque la obra es una obra de ficción, provocó debates y discusiones sobre cuestiones religiosas y espirituales, lo que la convirtió en un fenómeno literario y cultural.
La visita a la Iglesia de Saint Sulpice
Las obras de la Iglesia de Saint Sulpice comenzaron en el año 1646. En ese mismo lugar ya existía anteriormente otra iglesia románica desde que se construyera en el siglo XIII.
Tras 130 años de obras fue por fin inaugurada con una fachada sencilla de dos pisos coronada por dos torres desiguales tras verse una de ellas dañadas 1 año después de la inauguración durante la guerra entre Prusia y Francia.
Lo primero que descubre el visitante al llegar a la iglesia de Saint Sulpice es su sencilla fachada y sus dos enormes torres que le dan un aspecto característico.
Si hay algo que hace especial a esta iglesia son sus torres, no sólo por su altura, sino por ser diferentes, algo inusual en la arquitectura de este estilo.
Pero también es posible observar las 2 curiosas conchas situadas junto a la puerta de entrada.
Estas conchas fueron un regalo a Francisco I de la República de Venecia.
En su interior, además de maravillarse con la ciencia viendo el gnomon, hay que que destacar las dos obras de Delacroix, la estatua de San Pedro, muy parecida a la de la Basílica de San Pedro y que, igual que aquella, tiene un pie desgastado por los peregrinos.
El Gnomon, la joya de Saint Sulpice
En el interior de la iglesia de Saint Sulpice se encuentra su elemento más famoso, el Gnomon de la meridiana solar.
Este elemento fue construido por orden del sacerdote Languet de Gercy para controlar los equinoccios y saber en qué fecha caería la Pascua.
Para quien no lo sepa, el gnomon de la meridiana solar es un instrumento que permite averiguar el mediodía solar.
Con el sistema instalado en Saint Sulpice era posible conocer con exactitud cuándo eran 21 de septiembre, marzo y diciembre. Como curiosidad, cabe destacar que gracias al Gnomon, la iglesia se salvó de la destrucción durante la Revolución Francesa ya que se utilizó para medidas científicas.
Cabe destacar que aunque en El Código da Vinci se decía que el gnomon era el primer meridiano o línea rosa, esto no es cierto. La llamada línea rosa no pasa por esta iglesia.
Qué ver cerca de la Iglesia de Saint Sulpice
Alrededor de la iglesia se encuentra un exclusivo barrio donde realizar tus mejores compras con tiendas de los más prestigiosos diseñadores.
En la plaza donde se sitúa la Iglesia de Saint Sulpice tenemos una bonita fuente, también llamada Fuente de los Cuatro Puntos Cardinales.
En ella se representan cuatro obispos que señalan a cada uno de los cuatro puntos cardinales, por eso también recibe el nombre de Fuente de los Cuatro Obispos.
Atravesando la zona de exclusivas tiendas llegamos al Río Sena donde se encuentra un imponente edificio, el Institut de France. Se trata de un edificio neoclásico, sede de varias academias de ciencias y artes.
La Iglesia de Saint Germain des Pres es otra de las iglesias curiosas de París y esta es además la más antigua que aún hoy sigue en pie. Fue construida en el siglo IX en el mismo lugar que existía una abadía anteriormente desde el siglo VI.
Puedes encontrar más información en la página oficial de la Iglesia de Saint Sulpice.