Estos dos barrios unidos hasta casi no poder diferenciar las fronteras de uno y del otro, son dos barrios emblemáticos de Lisboa.
Únicamente por la Praça de Luis de Camões, o Largo de Camões, que fue uno de los escenarios más importantes de la Revolución de los Claveles, delimita las fronteras entre uno y otro barrio.
Qué ver y qué hacer en el Chiado
Hasta el Chiado hay varias formas para poder llegar. Desde el Rossio sale una calle con una fuerte pendiente por la que podemos llegar.
Pero quien se quiera ahorrar el paseo por la pendiente, puede acercarse en metro de Baixa Chiado. Aunque se recomienda hacer el paseo para no perderse ningún detalle de la ciudad de Lisboa.
Desde la plaza Largo de Camões podemos empezar nuestro pequeño viaje por este barrio. Podemos encontrarnos con un café de estilo modernista, clásico ya de la zona, el llamado A Brasileira.
Y delante del café nos encontraremos una estatua de uno de los escritores más importante en lengua portuguesa: Fernando Pessoa, que inmortalizó en sus escritos varias veces la capital.
También es recomendable visitar las ruinas del Convento do Carmo, aunque hoy día se ha transformado en un Museo Arqueológico, y después se puede conocer el café oriental Pavilhao Chines, con varias decoraciones asiáticas y con curiosos soldaditos de plomo y juguetes clásicos.
La librería inaugurada en 1732 es otro buen lugar para perderse entre la historia del barrio de Chiado y la historia de los libros que nos encontraremos dentro. Un gran barrio intelectual lleno de cafés, muy animado y recomendable.
Qué ver y qué hacer en el Barrio Alto
El Barrio Alto es otro barrio importante de Lisboa. El ambiente varía según la hora.
Durante del día es un barrio agradable de pequeñas calles, pero durante la noche, gracias a los múltiples bares la actividad sale a relucir con miles de personas que beben y hablar por las calles.
En él encontraremos varios miradores como el mirador San Pedro de Alcántara o el mirador de Santa Catarina. Algunos restaurantes de la zona serían: Casa da India, Principe do Calhariz y O Minhoto.
Toda la zona del Barrio Alto es antigua, calles empedradas y estrechas y difíciles de poder circular bien con el coche. Pero gracias a los pequeños bares, pegados unos con otros, hace que la juventud portuguesa de Lisboa acuda a esos bares para empezar una salida por la noche que, fácilmente, puede acabar la noche con la salida del sol.
Al ser los bares tan pequeños, es bastante común que se entre dentro de los bares a pedir la bebida y vasos de plástico para poder beber en la calle con tranquilidad. El barrio es un buen lugar para conocer gente autóctona y tener una grata experiencia por las calles.
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